El Cider se fundó en 1976 en la Universidad de los Andes en Bogotá, con la colaboración técnica y financiera del Instituto de Estudios Sociales de La Haya. Su fundación puede entenderse como una respuesta de parte de la universidad a los problemas políticos y sociales a los que se enfrentaba el país en la época. La década de 1970 fue un periodo paradójico de la historia colombiana, pues si bien hubo una diversificación de las actividades económicas y aumentaron los recursos disponibles para hacer inversiones sociales, la desigualdad aumentaba, no solo dentro de las ciudades sino entre el campo y la ciudad.
La universidad no fue indiferente a la dura realidad del país y se enfocó en abrir “nuevos programas educativos que le permitieran a los profesores y alumnos enfrentar, de forma integrada, los problemas del desarrollo social y económico; definir políticas públicas” (Bell y Pinzon de Lewin, 2008, p. 551). Por esta misma línea un grupo de profesores en 1973 se interesó en la creación de un programa de estudios que, desde una mirada interdisciplinar, analizara y propusiera alternativas a los problemas del desarrollo económico, regional, urbano, rural desde la academia, en alianza con el Gobierno y con la participación de la población involucrada. Lo que se debe a que creían en la planificación como instrumento para diseñar e implementar políticas públicas que promovieran el desarrollo regional.
Gracias al apoyo económico y técnico del Gobierno de los Países Bajos y el ISS, el programa se fortaleció a tal punto que en 1976 se fundó el Cider como una nueva unidad académica dedicada específicamente al estudio y la formación interdisciplinaria en desarrollo.
Desde sus inicios el Cider se destacó como un centro multidisciplinario e interdisciplinario con capacidad para integrar conocimientos, métodos y teorías de distintas disciplinas para abordar la realidad compleja del país y para formular soluciones prácticas al problema de estudio; gracias a la articulación entre investigación, docencia y consultoría.
Actualmente, el Cider se destaca por ser un actor importante en la formulación, implementación y evaluación de políticas públicas y programas sociales para el desarrollo del país. Asimismo, su naturaleza pluralista se evidencia en sus diferentes enfoques, posiciones y orientaciones críticas alrededor del concepto de desarrollo y sus múltiples dimensiones y problemáticas.
Lea aquí el prólogo del libro: Universidad y desarrollo regional Aportes del Cider en sus 40 años