Tendencialmente en América Latina hablar de liderazgo de las mujeres ha implicado pensar la participación e incidencia de este sector social en escenarios políticos tradicionales[1] – locales y nacionales – en los que ellas gobiernan. Sin embargo, como escritoras de esta columna coincidimos que el liderazgo de las mujeres trasciende los espacios de participación política tradicional y pone sobre la mesa el trabajo y liderazgo comunitario como un asunto político en tanto implica ejercicios cotidianos de fortalecimiento del tejido social, a partir de la recuperación, el fortalecimiento y la visibilización de prácticas culturales, barriales y locales que fomentan el bienestar común en un territorio determinado.
Aunque esta es nuestra aproximación preliminar y general, ciertamente vale la pena considerar que las experiencias de liderazgo comunitarios tanto para Alejandra como para mí (Damaris) han sido distintas, pues nuestros lugares de enunciación y formas de entender el mundo son diferentes. A pesar de ello, en uno de los lugares parte de nuestra cotidianidad confluimos para poder co-potenciarnos dada nuestra cercanía temática: los liderazgos de mujeres indígenas y su relevancia en Colombia.
Ahora bien, sobre este tema, como columnistas, consideramos que los liderazgos que ponen en diálogo las experiencia y saberes de mujeres indígenas y no indígenas potencian las luchas y resistencias de estas y posibilitan la apertura de nuevos espacios de reflexión y creación de liderazgos en red para el fortalecimiento de acciones comunitarias, individuales y territoriales. Esta perspectiva la desarrollaremos a la luz de uno de nuestros diálogos sobre el liderazgo, el cual nos llevó a plantear algunas reflexiones sobre los liderazgos interculturales entre mujeres.
En una de nuestras conversaciones le comenté a Alejandra que el liderazgo para mí es una actividad y una práctica que puede hacer cualquier persona, con lo que tiene y desde donde está, y que implica la existencia de una voluntad personal que casi siempre requiere energizar y movilizar a otros. Sobre esto, Alejandra comentó:
Para mí ser líder significa estar al servicio de todo ser visible o invisible, reconociendo que soy parte del equilibrio de todas las formas de vida y que mi aporte como ser individual impacta en todos los ámbitos de la existencia. Desde mi visión, se es líder cuando tienes una armonización con los círculos que componen las esferas de interacción en las que convives en el transcurso de tus ciclos vitales.
Al final de este comentario Alejandra preguntó si partiendo de nuestras miradas sobre lo que implica ser líder ¿todo ser humano podría ser un líder? En relación a esta pregunta, ambas coincidimos que la voluntad de trabajar con y para otros es una decisión y una apuesta consciente y personal muchas veces ligada a deseos, experiencias y proyectos de vida.
Así esta reflexión y puntos de encuentro nos llevó a posicionar nuestras experiencias en el marco de nuestro liderazgo como mujeres, ya que este nos permitió abrir entre nosotras espacios de diálogos y experiencias compartidas dadas las habilidades que hemos desarrollado por nuestros procesos comunitarios, académicos e investigativos, y el valor que le hemos dado a las prácticas y saberes de las mujeres indígenas y no indígenas en su heterogeneidad.
Como mujeres, Alejandra y yo (Damaris), entendemos que el liderazgo es polisémico y multiexperiencial. Por un lado, Alejandra, mujer indígena IKU y Arhuaca de Valledupar, reconoce quien es y reconoce que contribuye al equilibrio energético y físico para todo ser natural visible o invisible, lo que a su vez implica que tiene todos los días que afrontar diferentes situaciones vivenciales que debe superar para continuar y fortalecer su liderazgo. Por otro lado, mi liderazgo se sitúa desde mi experiencia como mujer no indígena de Bogotá que trabaja desde un indigenismo alternativo en el que mi apuesta es escuchar y aprender de algunas mujeres indígenas y no indígenas que están posicionado conocimientos y prácticas alternativas sobre el cambio climático, articulando esto a los conocimientos científicos y académicos para poder generar acciones climáticas en la localidad de Fontibón, Bogotá. En suma, tenemos dos experiencias de vida diferentes, pero que se conectan por la confluencia, la palabra y la afinidad de luchas como mujeres líderes comunitarias.
Teniendo en cuenta el valor que le hemos dado a los conocimientos y prácticas de mujeres indígenas y no indígenas en el marco de nuestros liderazgos, reconocemos que tenemos diferencias y puntos en común que potencian nuestra articulación actual más allá de la academia. En relación a esto, Alejandra, por su parte, sostiene:
Mi contribución como mujer indígena, madre, esposa y miembro activo de la comunidad de IKARWA, está en compartir mi vida cotidiana con las demás personas siendo coherente conmigo misma, compartiendo mis pensamientos y mis experiencias para que puedan servir como referente de otras mujeres indígenas y no indígenas, asumiendo los desafíos, aciertos y desaciertos que la naturaleza tenga para mí.
Por mi parte, considero que mujeres indígenas como Fany Kuiru[2], Alejandra Izquierdo[3], Kelly Jhoana Quilcué Vivas[4], Alejandra Quiguantar[5], entre muchas otras mujeres, han impactado directamente mi existencia y mi forma de vivir la academia, la investigación, mi profesión y mi familia. De ellas he aprendido significativamente, pues lo que empezó como una posibilidad de entender otras ontologías y experiencias sobre cambio climático, ahora implica pensar mis aproximaciones a ese tema desde una perspectiva crítica y repensar mis prácticas en los escenarios de lucha y resistencia en los que participo y agencio como mujer.
De estas miradas, se pueden extraer los siguientes puntos: 1) el liderazgo intercultural mencionado en el texto no es más que un intercambio de miradas entre Alejandra y yo (Damaris) que nos han permitido conocer algunos de nuestros puntos de encuentro y desencuentro, así como ampliar nuestra forma de entender el liderazgo; 2) la voluntad de escuchar, enseñar y aprender del otro es una base relevante para poder establecer diálogos interculturales; 3) el conocimiento y la práctica de liderazgo son mutables, diversos y situados, pues las características de este dependen de nuestras ontologías y epistemologías, así como de nuestras experiencia en los ámbitos familiar, comunitario y territorial y; 4) el diálogo entre mujeres indígenas y mujeres no indígenas sobre liderazgo es un escenario poco explorado y posibilitador que puede, a su vez, potenciar las acciones comunitarias que demandan estrategias interculturales como base para la movilización intelectual y territorial.
Para concluir, el diálogo entre Alejandra y yo (Damaris) ha sido una oportunidad para tejer liderazgos interculturales y compartirlos con otras mujeres y líderes como experiencia movilizadora y reflexiva que puede potenciar acciones desde y para las mujeres indígenas y no indígenas que dialogan entre sí por una o varias causas comunes. Así, esta columna es un pequeño esfuerzo por potenciar liderazgos basados en el diálogo y el trabajo en red desde la polifonía de voces y acciones para el bien común, entendiendo este como la armonización entre lo visible e invisible y lo material e inmaterial.
[1] Delfini, Ana y Martínez, Alán. (2017). Liderazgo y participación política de las mujeres en América Latina en el Siglo XXI. En: https://bonga.unisimon.edu.co/handle/20.500.12442/2354
[2] Rozo-López, Damaris. (2022). Justicia Climática en Clave de Lideresas Indígenas Amazónicas. En: https://derecho.uniandes.edu.co/blog-derecho-genero/justicia-climatica-en-clave-de-lideresas-indigenas-amazonicas/#:~:text=La%20justicia%20clim%C3%A1tica%20para%20las,colectiva%20de%20los%20pueblos%20ind%C3%ADgenas
[4] Bacca, P. I., Rozo López, D. P. & Camacho Muñoz, M. (eds.) (2023). “Nasa fxiyfxiy fxi’nzenxi peku thegna, Colombia kiwethe abyayala juiy thegna Tejiendo pensamiento alrededor de la situación de las personas indígenas de la diversidad sexual y de género en Colombia: perspectivas en el Abya Yala” de Ontologías Indígenas en el Derecho Internacional. Reconocimiento, Cosmologías Territoriales y Feminismos Comunitarios en América Latina. En: https://www.dejusticia.org/wp-content/uploads/2023/09/Ontologiasindigenas-1.pdf
[5] Rozo-López, Damaris. (2024). Jóvenes en la COP16 del Convenio sobre la Diversidad Biológica. En https://cider.uniandes.edu.co/es/jovenes-COP16-convenio-diversidad-biologica-02-24